Sobreviviré

© Nacho Agulló.  Todos los derechos reservados

     Nos hallamos ante una nueva película española.  Lo que se nos ofrece no es espectacularidad, sino un tono íntimo; una película en la que lo importante no es el decorado ni los efectos especiales, sino la interpretación.

     Se trata de un drama centrado en el personaje principal, una chica que ha perdido a su pareja en un accidente, quedándose sola y embarazada.  Su situación es dura, pero haciendo honor al título de la película va consiguiendo salir adelante.  Entonces la historia cambia de ritmo para centrarse en la historia de amor entre ella y un chico homosexual que conoce.

     El guión destaca por el acierto con que retrata a los personajes, describiendo sus bajezas y al mismo tiempo la concha de prejuicios con la que se rodean y pretenden justificarse.  Buenos diálogos.  Sin embargo, la historia aburre; particularmente la historia de amor es sosísima, sin tensión ni emoción alguna.  Por otra parte, la voz en off de la protagonista en la primera parte de la película resulta cargante en ocasiones y distancia al espectador.

     La dirección es buena.  Cámara de estilo televisivo, muy correcta y sobria, acompañada de una excelente escenografía y iluminación.  Acompañando a la acción tenemos una banda sonora adecuada, bien elegida.

     La interpretación es lo mejor de la película, con un excelente tono general: Bien Emma Suárez conduciendo la película, bien también Rosana Pastor y Manuel Manquiña, excelentes los secundarios que interpretan a homosexuales, y sobre todo destaca Mirtha Ibarra en un papel muy natural y de gran fuerza.  El único flojo es Juan Diego Botto, que compone un personaje frágil y juvenil como el que le convirtiera en una revelación en Martín (Hache), pero con fisuras: en ciertos momentos muestra una dureza y madurez excesivas que no encajan con el personaje.

     En síntesis: un culebrón soso y sin emoción, aunque rodado con excelente oficio y una buena interpretación.

Valoración: