La guerra de las galaxias (edición especial)© Nacho Agulló. Todos los derechos reservadosFué en 1977. La ficción científica audiovisual experimentó una revolución, tal vez la única que este género ha conocido. Los espectadores se olvidaron rápidamente de los ambientes realistas pero sórdidos de 2001 y las demás películas que se hacían antes. Ahora se desplegaba ante ellos un universo exuberante y variopinto, repleto de criaturas extrañas, androides, naves espaciales y maestros místicos. Las salas se abarrotaron. El género rebosó de nuevas películas y series de televisión. Y toda esta revolución se produjo a partir de un simple acontecimiento: el estreno de La guerra de las galaxias, de George Lucas. Los planteamientos no eran originales: todos los elementos de la película llevaban ya lustros presentes en la literatura del género. Tampoco eran realistas: las escenas de combate espacial, realizadas con total desprecio a las leyes de la física, no eran más que copias de La batalla de Midway y otras películas de combate aéreo; y de la gravedad a bordo de las naves, mejor no hablar. No era verdadera ficción científica, sino fantasía científica. Pero La guerra de las galaxias y las películas y series del género rodadas después triunfaron porque supieron darle al público lo que éste quería: unos efectos especiales espectaculares y la clásica confrontación del Bien contra el Mal. Un decorado nuevo para una historia más vieja que el hambre. El guión es muy entretenido, adaptando elementos de películas de piratas, del oeste, de guerra, etc. Y funciona estupendamente, en parte gracias a unos malos que se corresponden con lo que cabe esperar de un imperio: disciplinados, obstinados, malvados y eficaces. En cuanto a la dirección, ¡por Kubrick, es buena! George Lucas no destaca por su talento como director, pero supo obtener buenos resultados concediendo a cada escena el tiempo justo y manteniendo la cámara muy sobria. En cuanto a la interpretación, hay que decir que el peso de la película recae sobre dos grandes talentos: los de Alec Guiness y Peter Cushing, que han sabido darle a la historia el refinado toque británico que justamente necesitaba. Muy bien también Harrison Ford en el papel de Han Solo. Bien Mark Hamill; floja Carrie Fischer. Y en cuanto al papel de Darth Vader... bueno, la voz de Constantino Romero le queda como anillo al dedo. Buenísimos los efectos especiales y también la música de John Williams, que realizó para esta película su tal vez mejor trabajo. En síntesis: una película que entretiene de principio a fin y que supera sus carencias técnicas con enormes dosis de imaginación. Valoración:
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